Mujeres y transporte público

¿A poco no es sorprendente la habilidad femenina? Hoy, en el camino al trabajo, venía mirando y pensando en esto mismo. Las mujeres me sorprenden demasiado porque no solo son capaces de detectar el único bello mal alineado o que se ve mal en todo su rostro, sino que además pueden extirparlo con el uso de las pincitas esas de depilar aun en un autobús en movimiento, pasando por baches, topes, semáforos, etcétera.

Hace algunos años, cuando en alguna obra de teatro era necesario aplicarme algo de maquillaje, me tardaba horas en lograrlo, o de plano pedía la ayuda de alguna actriz más experimentada en eso del maquillaje. Por eso no deja de sorprenderme el ver a las mujeres, jóvenes y no tanto, maquillarse en pleno microbús o el metro. Echándose polvo, poniéndose rímel, depilándose las cejas, pintándose los labios.

Ah, pero eso sí, por favor, por lo que más quieran: hagan el chingado favor de no aplicarse esmalte de uñas en el transporte público. No es que me moleste verlas realizando tal acción, sino que a tan tempranas horas de la mañana no es nada grato ir oliendo el solvente del barniz de uñas, y menos que se encierre en el transporte. Gracias.

Comentarios