Carlos Basaldúa, el sujeto; que da vida a Kazbam, el personaje; que escribe en Kazbam, el blog.

He estado reflexionando acerca de mí mismo desde hace algún tiempo y he llegado a la conclusión de que el tipo que escribe aquí en este blogcito oficial y de juguete no es más que un personaje que yo he creado.

Un personaje que, aun siendo eso, está fielmente basado en la persona que yo soy, pero no deja de ser solamente un personaje, una careta que uso en la web. Y no es que la use con una intención descabellada o maquiavélica, la uso inconscientemente, tanto que apenas estoy reparando en ello.

Resulta que, queriendo o no, lo que digo en Internet está necesariamente filtrado, discriminado y jerarquizado. No digo todo lo que pienso, ni lo digo en todos los terrenos virtuales. Así que, por muy francas y sinceras que sean mis palabras, siempre están planeadas, pensadas. Obvio, no se trata de escribir pendejadas a lo bruto en este espacio virtual, y por esa simple y sencilla razón es que lo que ustedes, estimad*s lector*s, conocen de mí, es solo una parte filtrada y seleccionada de mí.

Eso, ese fragmento de mí que se desenvuelve entre ceros y unos es Kazbam. No es Carlos Basaldúa, el individuo común y corriente de a pie que duerme, respira, come, caga y la caga constantemente en la vida real. Es solo una parte de él y en un contexto virtual. Es Kazbam.

Luego, ese Kazbam del que les estoy hablando es el único responsable de lo que aquí está escrito. Por lo tanto ya se habrán dado cuenta de que a quien están leyendo en este post es a mí, Kazbam y no al tipo que me da vida, Carlos Basaldúa. Y soy yo [Kazbam] y no él [Carlos Basaldúa] quien le da vida a este blog, quien blasfema y vocifera, quien mienta madres binarias. De vez en cuando yo [Kazbam] me doy un chance y le hago algo de publicidad a los desmadres que hace él [Carlos Basaldúa] en la vida cotidiana.

Hay entonces un desdoblamiento de mi persona que crea a un personaje virtual, quien a su vez mantiene vivo este espacio virtual.

Pero no se espanten ni se saquen de onda. Si ustedes, amables lector*s, tienen un perfil en por lo menos una red social virtual, se encuentran en mi mismo caso.

Comentarios

  1. ¡Qué chula forma de expresar la dualidad entre nuestro ser real y el virtual! Me pasa algo parecido...
    Me gustó tu blog :)

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    1. Oh, estése, que me sonrojo con harta facilidad. Gracias por pasar a mi blog y sobretodo, gracias por dejar constancia de ese paso.

      Cáele cuando gustes.

      Saludos.

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    2. No pues gracias a ti por leer mis intensidades y dejar constancia de ello. Yo también me sonrojo con facilidá, pero nadie me ve :D.

      Abrazo, aquí andamos. :)

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