De cuando me peleo en las redes sociales

Debo reconocer que me provoca cierto placer hacer enojar a determinado tipo de internauta. Y también ciertos tipos de humano en la vida cotidiana, real y tangible.

Hablaba con mi amigo el Bosquidaca* y con mi otro amigo el Estambres cuando uno de ellos mencionó que en su top ten de grupos de personas odiables estaban casi hasta arriba los pro-vida. En el mío también lo están. Y bueno, de vez en cuando les digo de cosas en la redes.

Hace unos días se hizo mucho ruido en Twitter con el hashtag #CorteDejaDeLegislar a raíz de un probable fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con respecto a la legalidad o ilegalidad del aborto, en el caso específico se trataba de un aborto por riesgos en la salud de la embarazada.

Como es normal en estas tierras, las voces pro-vida no se quedaron calladas y armaron un buen alboroto. Yo, como ustedes sabrán, estoy a favor del aborto libre y despenalizado sin importar cuál sea la motivación de la embarazada para practicarlo.

Mis razones son históricas y antropológicas, el aborto se practica desde tiempos inmemoriales, pero al estar penalizado y realizarse en condiciones clandestinas, pone en riesgo la vida de quien lo practica. La manera de conservar la vida de estas mujeres es legalizando esta práctica para poder regularla y haya un modo de garantizar la integridad de las mujeres. Defiendo, claro está, que las mujeres deben ser las únicas que puedan decidir sobre su cuerpo y no el Estado ni la Iglesia.

Pero volviendo al caso del hashtag, déjenme decirles que me divertí bastante haciendo enfurecer a los tuiteros pro-vida. Acá dejo unas capturas de pantalla al respecto, particularmente de la discusión con @Verdad_politica.








* Neologismo acuñado por el Maorí y se deriva de bosquimano y sudaca.

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